Mis lindos lectores, bienvenidos sean a una nueva entrada de ésta, la sección donde hacemos memoria de juegos del pasado para verlos en perspectiva. Este mes, como homenaje a nuestro aniversario, he decidido revisar uno de esos pocos juegos que puedo personalmente considerar perfecto, y que mejor que elegir uno que está tan en el colectivo de la gente como este, que ha recibido recientemente un remake para la última consola de Nintendo, con ustedes
The Legend of Zelda: The Wind Waker
«Y entonces nos lanzamos a nadar / y las olas explotaban como si nos odiaran»
10
Música: 10
Trama: 10
Jugabilidad: 10
Gráficas: 10
Replay Value: 7.0
Adversity is like a strong wind. It tears away from us all but the things that cannot be torn, so that we see ourselves as we really are.
Arthur Golden, Memoirs of a Geisha
The Legend of Zelda: The Wind Waker es la décima entrega de la saga The Legend of Zelda, y el primero de los tres lanzamientos originales para la Nintendo Gamecube en la franquicia (los otros dos serían Four Swords Adventure y Twilight Princess). Lanzado originalmente el 13 de Diciembre de 2002 en tierras niponas y que llegó por estos lados el 24 de Marzo de 2003 (dato Random, ese día Alex Anwandter cumplía 20 años). Este juego trajo un giro drástico a la estética a la serie, la cual, hasta la fecha había mantenido una gráfica más bien realista –o lo más realista posible, dentro de las capacidades de la Nintendo 64–. Originalmente, la fanaticada más hardcore de la serie odió el juego debido a su estilo más informal y caricaturesco, que comparado con la presentación de la Demo que se mostró en Space World 2000 –antes de que saliera la Gamecube–, la cual presentaba una pelea de Link contra Ganondorf a la usanza de Ocarina of Time pero en 128 bits, provocó mucho rechazo. Sin embargo, lejos de los prejuicios originales de los puristas, The Wind Waker demostró ser uno de los mejores juegos, no sólo de la saga sino de la historia de los videojuegos, con un nivel de inmersión y profundidad pocas veces visto en un juego. La revista Famitsu le otrorgó la calificación perfecta de 40, honor que anteriormente sólo habían recibido el mismo Ocarina of Time, Soulcalibur y Vagrant Story (nótese que aún esa era la época en que sacar un 40 era un logro complicado en Famitsu). Y bueno, yo mismo tengo el Wind Waker tengo en el panteón de 15 juegos con la nota máxima. ¿Qué hace a este juego acreedor de la nota máxima según yo?
En cuanto a jugabilidad, Wind Waker es un juego impecable. Si bien, puede ser catalogado un poco lento en ciertas partes, como por ejemplo navegando en el gran océano, esto se debe a la velocidad de procesamiento de la Gamecube, y a pesar de que mucha gente encontro esto un retroceso, el juego es increíblemente fluido y abierto, compensando la falta de dungeons por muchas, muchas, muchísimas sidequests que enriquecen la experiencia del juego y su replay value. Wind Waker debe ser el juego con el mundo abierto más grande de la historia de los videojuegos y aunque la mayoría de este espacio sea solo mar, la épica sensación de navegar y controlar los vientos hacen de esta experiencia algo espectacuar.
¿Sientes que el héroe de los vientos es muy pequeño para ti? Probablemente sea mucho más grande de lo que tú crees.
La historia de The Legend of Zelda: The Wind Waker transcurre en el Hyrule posterior a Ocarina of Time, cuando Ganondorf es sellado y el héroe del tiempo vuelve a su época. Tiempo después de la victoria de las fuerzas del bien, Ganondorf resulta salir de su prisión y ataca al reino para hacerse finalmente de el. La gente llamó al héroe pero este no regresó, y cuando llegó el último momento, en el cuál nada más parecia poder salvar al mundo, la gente de la tierra clamó a las Diosas para que los salvaran. Entonces fue que Ellas lanzaron un diluvio sobre Hyrule y encerraron a Ganondorf, ahora bajo el reino hundido y perdido de Hyrule. La gente de la tierra huyó a las cimas de las montañas, las cuales se convirtieron en islas cuando la lluvia azotó y ahí aprendieron a adaptarse a las dificultades del océano y algunas especies se adaptaron al nuevo territorio. Pasaron más de cien años y la gente olvidó el antiguo reino de Hyrule, pero aún la leyenda de la antiguo reino seguia resonando en el viento.
Musicalmente hablando el juego entrega un soundtack que calza a la perfección no sólo con la estética visual audaz y sin reparos del juego, sino también con la ambientación, con las escenas, con los eventos, con las peleas, con el vasto, vasto, vasto mar que abraza cada rincón del horizonte. Un trabajo impecable que hace del juego una experiencia redonda.
Puede que el camino esté oscurecido por la niebla, pero que ello no nos desaliente.
A pesar de la calma y estabilidad de la gente, Ganondorf seguía acechando y buscando a como de lugar recuperar el perdido reino de su pasado para así poder poseerlo, pero no él contaba que a pesar de sus intentos, surgiría un héroe que se encargaría de desterrarlo. Esta es la historia de nuestro Link; un niño que llegado su cumpleaños, por la tradición de la isla, debe usar el traje del héroe del tiempo como ritual de adultez. Todo bien hasta que en un momento aparece una ave feroz volando por los cielos y rapta a la hermana de nuestro héroe, quien entonces emprende ruta para salvar a su hermana, pero a medida que va avanzando en su camino, descubre que su deber moral es el de salvar el mundo que ama y conoce. No hablamos de un héroe destinado a ser héroe, de uno que nació para sellar al rey del mal. Este es un héroe que se forjó como tal. Uno que, a pesar de las inclemencias, del mal tiempo y de la adversidad se levantó y luchó con todo su ser pues esa era su convicción, pues no se rindió ante las dificultades que le surgieron, porque a pesar de todo, si hubiera fallado, hubiera fallado luchando, y eso, señoras y señores, vale mil veces más que resignarse sin haber dado todo lo que tenías. Muchas veces los personajes desalentaban a Link para que abandonara su ridícula cruzada, en la cual tenía todas las de perder; muchos de los personajes sabios del juego dudan de Link por no ser el héroe de las leyendas, e incluso Ganondorf mismo subestima el poder de nuestro juvenil héroe. A pesar de que nadie le obligó a cargar con esa cruz, nuestro héroe se hizo responsable de sí mismo, de aquellos que amaba y de su mundo, y aunque sus chances de salir victorioso eran tan bajas como tierra en el océano inmenso, no se rindió nunca y siempre luchó con la frente en alto. El héroe del viento es el héroe que mejor ha encarnado el sentido de la Trifuerza del Valor: Qué mejor prueba de ello que él haya sido el único héroe de todos los héroes de la historia de Hyrule que ha ido a buscar personalmente la trifuerza, a desenterrarla desde el fondo del mar, que se la ganó no por destino, sino por trabajo y por convicción.
El héroe del viento es y probablemente será el más grande de los héroes de Hyrule y es que fue él quien me enseñó que más vale a morir de pie que vivir de rodillas, que a aunque tengamos todo contra nosotros, es jugándosela hasta el final que uno puede mirarse al espejo y decir «No me arrepiento de nada».
«Sólo gracias a aquellos sin esperanza nos es dada la esperanza» decía Walter Benjamin.
¡Lectores míos! Hoy se nos va un nuevo Spielenkraft y con él, un nuevo juego para recordar y añorar. Como siempre, espero que hayan disfrutado del artículo como yo de escribirlo y que celebremos todos juntos este mes de aniversario que nos llena de orgullo y alegría. Como siempre, pueden hallarme en mi twitter o en mi correo @IndexAske / index@irgamers.cl
¡Hasta la próxima!
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