Me presento, mi nombre es Javier Valdes aka IRNemesis y a casi un mes y medio de haber vivido tamaña aventura es que me gustaría compartirles esta humilde historia de superación, entusiasmo y por sobre todo muy ñoña. Sin más preambulos esta es la experiencia que viví en el mundial de Pokémon disputado en la ciudad de Boston en agosto del presente año.
La viajada clasificación
A modo de una breve introducción, les cuento que para clasificar a este magno evento, Pokémon Company dividió al mundo en regiones, de las cuales los mejores representantes de cada una de estas lograban un cupo en Worlds 2015. En particular, para Latino América, clasificaban los mejores dieciocho del continente y los primeros dos con todos los gastos pagados. Para entrar en dicho ranking bastaba con participar de los torneos oficiales que se iban realizando a lo largo del año y tratar de ir juntando la mayor cantidad de puntos posibles para así lograr entrar en ese tan anhelado top 18. Sin embargo, nuestro país por cosas de administración y de quienes llevan las riendas del juego organizado tuvo una menor cantidad de torneos oficiales que nuestros pares latinos. Por ejemplo, la temporada pasada en Chile se disputaron 10 torneos de la categoría Premier Challenge (la categoría más básica de torneos sancionados) mientras que en Perú la cifra se acerca a los 30. Esta desigualdad en la repartición de puntos que sufrimos la temporada pasada solo se podía compensar en parte si es que viajábamos a otros países a buscar puntos, que fue de hecho lo que tuvimos que hacer los cuatro clasificados chilenos que fuimos al mundial. Finalmente, luego de viajar a Perú y Argentina logré mi por fin mi clasificación al mundial junto a otros 3 compatriotas más.
Tres días de ensueño
El mundial se disputó el pasado mes de agosto, en específico los días 21, 22 y 23 (viernes, sábado y domingo). Nosotros llegamos el día miércoles a Boston para aprovechar algo el viaje y recorrer en lo posible, pero la verdad es que recorrimos bien poco y nos perdimos harto, sin embargo, eso nos ayudó a liberar un poco las tensiones y a no estar tan nerviosos el día del campeonato. El día jueves era el check in y el reconocimiento de salas del lugar, además ese día nos entregaban nuestra credencial y un pack de regalos únicos premiando nuestra llegada a Boston. Todos los clasificados chilenos debíamos competir el día viernes y, dependiendo de nuestro desempeño, podíamos pasar al sábado. En términos simples ese día se disputaron un total de 6 rondas, de las cuales para clasificar al siguiente día debías como máximo perder solo dos veces. Lamentablemente yo perdí en mi última ronda terminando con un marcador de tres victorias y tres derrotas, quedando eliminado del torneo sin poder pasar al día 2. De todos los representantes chilenos, solo TG Homero (Omar Acuña) pudo clasificar al sábado, así que le brindamos todo nuestro apoyo ese día para que diera la cara por nosotros, pero lamentablemente no le fue bien por llevar un Pokémon que no debía en el equipo, algo así como que Sampaoli pusiera de titular a Pepe Rojas pensando que es Gonzalo Jara y solo se diera cuenta de su error cuando ya hizo las tres sustituciones del partido. Al estar eliminado de la competencia mayor, los días que siguieron me dediqué a aprovechar el evento a conversar con los demás latinos y uno que otro gringo, le pedí autógrafo a algunos Maestros Pokémon y participé en torneos secundarios que se realizaban en paralelo al evento principal. Uno de los recuerdos para la posteridad que nos dejó el evento, es que salimos como chilenos en el vídeo promocional del mundial y en un vídeo oficial de Japón con la bandera de Chile al revés. En términos generales, la experiencia fue increíble, más de lo que podría haber imaginado y, para ser honesto, quedé con gusto a poco, ojalá pueda volver a clasificar el próximo año y dejar más alto el nombre de Chile y poder salir en las transmisiones con la bandera derecha.
Minuto de fama oficial 1:45
Minuto de fama japonés 0:10
Lo que pudo ser algo más que un simple juego.
No puedo pasar la oportunidad sin dedicarle unas palabras a este hecho lamentable. El día 20 de agosto dos sujetos, James Austin Stumbo de 27 años y Kevin Norton de 18 años intentaron entrar al evento, pero la seguridad del mismo no les permitieron entrar, ya que estos llevaban consigo un rifle de asalto AR-15, un rifle de caza y 250 rondas de municiones en su auto. Desde la perspectiva de quienes asistimos al evento, no nos dimos ni por enterados, y si bien la seguridad era alta, al menos nosotros lo asociamos a que estábamos en gringolandia, que eran medios paranoicos y que Boston tenía un historial negro referente a eventos masivos, pero más que eso no le dimos más vueltas y seguimos en lo nuestro. Claramente había algo más y que nosotros solo supimos por la prensa y por los comentarios de amigos preocupados recién el domingo (último día del evento), así que el manejo que se tuvo de la situación por parte del comité organizador y de la policía fue brillante. Yo ya estoy bastante grandecito para estar jugando Pokémon, pero en el evento habían muchos niños pequeños fanáticos de la rata amarilla, familias enteras apoyando y de varias partes del mundo, por lo que de pasar a mayores este hecho, habría sido una tragedia de proporciones gigantescas. Gracias al oportuno actuar de la policía local se pudo prevenir lo que pintaba para una masacre y que el hecho solo quedara como una anécdota.
Palabras al cierre
Finalmente no me queda más que agradecer todo el apoyo recibido esa semana. De verdad y todo corazón muchas gracias por las bromas, por los mensajes de preocupación, por las palmaditas en la espalda y por ese ratito que nos dedicaron mientras disputábamos nuestros matchs en el país del basketball.