Desde la semana pasada, y por 4 semanas más publicaremos la serie de artículos “Experiencia NY”, contando cómo fue el primer viaje de IRGamers a la ciudad de New York. Visitamos los lugares más emblemáticos que todo gamer debe conocer si viaja a esta ciudad, asistimos a eventos y trajimos premios para quien quiera participar de nuestros próximos concursos. En esta segunda oportunidad, y a poco más de dos semanas del triste acontecimiento que enlutó a nuestra querida industria del tecnoentretenimiento les contaré de la Apple Store.
Luego de una tranquila tarde caminando y disfrutando de Central Park, después de haber comido unos completos (o perros calientes si me pongo literal) tamaño miniatura y sabor kétchup, era hora de dejar el ocio de lado un momento y visitar nuestro siguiente objetivo. Ese lugar estaba bien claro para nosotros, y es que la famosa Apple Store se encontraba justamente al terminar el dichoso parque y en plena Quinta Avenida. Grande e imponente como pocas tiendas, con un amplio espacio solamente para esta y que no dejaba espacio para desconcentraciones, apareció ante nosotros no permitiendo siquiera que tuviéramos que buscarla. La tienda fue la que nos encontró.
La primera impresión fue de decepción, y es que la tienda seguía en época de remodelaciones, y la estructura que normalmente sería un impresionante cubo de vidrio, era en realidad un impresionante cubo blanco en el que destacaba en el frontis el mensaje “Apple Store. Still Open 24 Hours (Todavía abierta las 24 horas)”. Según lo que pude clarificar, la construcción que anteriormente consistía de noventa paneles de vidrio estaba siendo simplificada por solamente 15 nuevos paneles de vidrio más transparentes, logrando una sensación de mayor nitidez. Según tengo entendido, a día de hoy sigue ejecutándose dicha labor, así que tampoco es que hayamos tenido tanta mala suerte. Una vez adentro, es necesario bajar por unas escaleras tipo caracol para llegar a donde efectivamente se venden los productos de la manzana. Todo lo que Apple tiene actualmente a la venta se encontraba ahí, todo a disposición de los clientes que quisieran probarlos en una gran cantidad de mesones que no tuve la perspicacia de contar, e innumerable cantidad de repisas en donde se encontraban todos los accesorios que uno pudiese estar buscando (excepto de modelos anteriores que ya han sido descontinuados, como es el caso de mi iPod Touch).
Mi experiencia: La tienda era grande, sin ser descomunal; no pudimos apreciar la real fachada de la tienda por encontrarse en proceso de remodelación; estaba repletísima de gente (casi como las estaciones de metro más conflictivas de Santiago); y no pude comprarle un nuevo protector a mi iPod; ¿pero saben qué? Fue espectacular, porque era el lugar ideal para dimensionar la calidad de los productos que tienen a la venta, la fantástica visión y capacidad de innovación de ese grande que hoy recordamos con melancolía, y fue fácil entender el éxito que ha tenido la compañía a lo largo de estos años, justificando porque tenemos que perforar nuestros bolsillos a la hora de actualizar nuestros dispositivos que hoy nos acompañan a diario y que han sabido cambiar la percepción que tiene el mundo de entender la vida.
El resultado final de esa visita: Pobreza. Un Macbook Air, un iPad, unos audífonos y un par de Gift Cards a su servicio. En todo caso, pese a que la tienda estaba llena, comprar era significativamente sencillo, puesto que TODOS los mesones en donde se exhibían los productos funcionaban a la vez como cajas de venta. Espectacular. ¡La mesa hasta imprimía boletas!
El aporte de Nemesis: Que manera de haber gente en la tienda.
PD: En el último episodio de IRGamers, publicado en el blog el día Miércoles 12 de Octubre dedicamos unos minutos a recordar a un grande, Steve Jobs.