Estás jugando un torneo de tu juego preferido. Formato de doble eliminación. Llegas a la Winner Final… y pierdes apretadamanente 3 – 2. Juegas la Loser Final y ganas para tener una segunda oportunidad frente a aquel oponente quien te mandó a Loser’s Bracket. Llegó la hora de la Gran Final.
Empiezas la primera pelea, tus manos sudan. Tus nervios te traicionan. Pierdes la primera pelea. 1 – 0 para tu contrincante. Vas al segundo encuentro. Intentas de todo, pero no puedes llevarte la victoria. Ahora estás 2 – 0 abajo a punto de perder el torneo pero… ¿Qué puedes hacer?
Empiezas a pensar en como dar vuelta la situación, te tranquilizas y te convences que es posible. 2 -1. Obtienes un poco de confianza, juegas más seguro. Te atreves a más. 2 – 2. Aquí piensas… «Al menos di un buen show, ¿no? No me iré a la casa habiendo perdido 3 -0 «. Pero tu sed no para ahí. «Puedo más que esto, si ya logré igualar el marcador». Y así te llevas el primer set de la Gran Final con un 3 -2 a tu favor.
Empieza el segundo set de la gran final. Tu oponente está golpeado: No tenía pronosticado perder un set ante ti. «Si puede ganar el primero, puedo ganar el segundo». Tu confianza está más alta que antes. 1 – 0. Obtienes todo el momento del encuentro, pruebas esas cosas de las que no estabas muy seguro antes. 2 – 0. «Ya no hay nada en mi camino. He llegado tan lejos y logré revertir un 0 – 2 para ir ahora 2 -0 arriba, a una pelea de ganar». Te armas con las fuerte de las confianzas… y ganas el segundo set 3 -0. La corona es tuya.
Lo anterior no le es ajeno a algunas personas. En una situación que bien puede darse en cualquier ámbito del juego competitivo. Y aquí hay un factor decisivo, lo que mucha gente llama «Mentalidad» o «Mindset».
El mindset es un elemento importantísimo dentro del ámbito competitivo y bien puede transferirse a muchas cosas que poco tienen que ver con competir en sí. El mindset no es más que tu mentalidad y actitud frente a cierta situación. Es algo que bien puede marcar la diferencia entre un jugador de élite y uno amateur.
Es importante convencerse a uno mismo que uno puede ganar los encuentros que uno tiene frente, siendo aterrizado y realista. No puedes esperar ganarle al campeón mundial si recién empezaste, pero bien puedes esperar aprender lo más que puedas si te toca jugarle. Puedes mentaliszarte para dar lo mejor de ti e incluso un poco más.
Para llegar a la cima hay que disponer de una buena actitud competitiva en todo ámbito. Ser humilde dentro de lo que se puede, saber reconocer tus límites, pero siempre con la meta de mejorar en mente. Hay que saber ver las cosas fríamente, incluso si de un momento a otro todas las oportunidades están en tu contra. ¿Cómo esperas ganar algo si mentalmente ya fuiste derrotado?
La próxima vez que te toque jugar algún torneo importante o algún encuentro de calibre, ten en mente lo siguiente:
- Estar dispuesto a dar lo mejor de ti, incluso si es sabido que tu contrincante es superior. Que tu oponente sea mejor no quiere decir que no le puedes ganar o sorprender
- Después de cada encuentro, tómate unos segundos.
- Si ganaste, ve las cosas con frialdad y no te confíes en exceso. Un paso a la vez.
- Si perdiste, relájate y trata de ver qué puedes mejorar para no caer en lo mismo de nuevo. Convéncete que puedes ganar la siguiente vez
- Si estás empezando, recuerda que serás masacrado. No te dejes desmotivar y utiliza esa frustración como motivación para seguir escalando
- Si estás en la cima, trata de mantenerte humilde y no pecar de exceso de confianza.
Fuera del aspecto netamente psicológico, también la práctica en si juega un papel importante. De nada te sirve una buena actitud si no trabajas arduo para implementarla. Así, estudia tus movimientos, practícalos y encuentra tus falencias.
Mezcla todo lo anteriormente dicho y tarde o temprano llegarás a ser un sólido jugador. Lo importante es jamás darse por vencido, sin importar que tan pequeñas sean las posibilidades… Puesto que aún siendo mínimos, el sólo hecho que exista alguna posibilidad de ganar hace que valga la pena intentarlo.