Ya había terminado el espectáculo que siempre había imaginado podría presenciar la primera vez que lograra asistir al E3, pero estaba aquí, en Chile. Ya me había separado de Nemesis y todavía estaba meditando si tomar una micro o un taxi para llegar a mi hogar. Estaba solo, era tarde y mi casa estaba lejos, así que opte por la opción segura: Taxi.
Resultó ser una mejor decisión de lo que esperaba, pues al tomarlo el taxista inmediatamente me preguntó si venía del espectáculo del Caupolicán. Interesado, al conocer mi respuesta positiva, comenzó a preguntarme de qué trataba, pues antes de mí ya había recogido a unos pasajeros que estaban fascinados con lo que recién habían presenciado. Yo le expliqué de la manera más simple que pude: “Era un concierto con música de videojuegos interpretada por una orquesta, un coro y con unos toques de rock”. Para mi asombro, el concepto incrementó su interés, y de una simple explicación, la conversación derivó en una discusión de cómo la gente no se enteraba de espectáculos tan diferentes, entretenidos y que pueden ser disfrutados por cualquier persona.
El taxista, sin haber jugado un videojuego en su vida, conocía a Mario Bros, Pacman y Donkey Kong, y la idea del espectáculo le pareció increíble. Él me contó que entre los taxistas se hacen el favor de “soplarse” qué eventos hay durante el mes para poder aprovechar y recoger algunos pasajeros de manera segura. Estaba muy consciente que pronto habría un concierto de Marco Antonio Solis y, más adelante, sería el Maquinaria Festival, sin embargo, de Video Games Live se había enterado apenas el día anterior, lo que según él era muy extraño que ocurriera.
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La explicación de esto es obvia: Escasa difusión del evento. Ni radio, ni televisión, ni publicidad gráfica en las calles de Santiago. ¿Cómo se supone que la gente debía enterarse de este acontecimiento? Sin miedo a equivocarme, pienso que el concierto debe haberse difundido exclusivamente mediante redes sociales y páginas relacionadas al mundo de los videojuegos, sumado a algún par de artículos en prensa escrita, en consecuencia, no hubo una difusión masiva del evento. Es como cuando la gente critica la invasión de los carteles en tiempo de campañas electorales y pide que, en lugar de ensuciar la ciudad, se hagan campañas digitales por redes sociales e internet, además de realizar mayor cantidad de debates por televisión con los candidatos. Suena bonito e ideal, pero lamentablemente la campaña no llegaría a la mayor parte de la ciudadanía por estos medios y sería poco efectiva.
“el potencial de este evento en un país como Chile es abrumador y no se le sacó todo el provecho necesario en esta primera ocasión.”
¿Es Video Games Live un evento para todo espectador? Absolutamente, está probado en otros países y aquí en Chile tenía todo el potencial de llenar un teatro con capacidad de 6000 personas con mucha facilidad. Personalmente, he asistido a un espectáculo de Celtic Legends a teatro lleno, y dudo muchísimo que haya más fanáticos de la danza irlandesa que fanáticos de los videojuegos. ¿Qué falló? Podemos escribir un artículo completo hablando del precio de las entradas, del día y hora del evento y de los problemas con la productora que lo organizó, pero quiero cerrar esta idea simplemente enmarcando que el potencial de este evento en un país como Chile es abrumador y no se le sacó todo el provecho necesario en esta primera ocasión.
Hace un par de meses redacté mi experiencia en el que se supone sería el evento de videojuegos del año: FestiGame. Resultó ser un gran evento al que estoy ansioso por asistir el próximo año para ver qué cosas aprendieron de esta primera edición, pues aunque fue todo un éxito en convocatoria (a diferencia de VGL), son muchas las cosas que pueden mejorarse para que siga creciendo. Al terminar el concierto de Video Games Live se me vino inmediatamente a la cabeza mis propias apreciaciones escritas en ese artículo: Todo lo que había criticado anteriormente estaba perfectamente bien resuelto en el concierto que recién había disfrutado.
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Es probable que un evento de videojuegos pueda tener una gran convocatoria solamente con gamers dedicados, pero la opción lógica que un organizador y productor debe tomar es apuntar a una audiencia lo más amplia posible para asegurar venta de entradas. Hacerlo de otra manera sería una decisión excesivamente arriesgada. Sin embargo, en FestiGame yo había notado como esta decisión de hacer un evento lo más mainstream posible había sido exagerada, dejando de lado a los amantes de los videojuegos, y así causando una disconformidad y generando muchas críticas al evento. Video Games Live tiene la gracia de rescatar a los videojuegos más conocidos y queridos de la industria y presentar de manera única un repertorio con las canciones más representativas de estos, interpretándolas de una forma espectacular y dinámica. Es un espectáculo hecho para que cualquiera pueda disfrutarlo, ya sea sorprendiéndose al conocer por primera vez el tipo de música que hay en los videojuegos o reconociendo cada uno de los temas interpretados, teniendo una cuota extra de recompensa.
“Video Games Live es un espectáculo que entiende a los videojuegos en su sentido amplio, y no estricto. Es una celebración y tributo a la cultura de los videojuegos”
Pero más importante que su potencial de convocar a un amplio público, Video Games Live es un espectáculo que entiende a los videojuegos en su sentido amplio, y no estricto. Es una celebración y tributo a la cultura de los videojuegos: Su historia y la gran cantidad de juegos que evocan recuerdos al verlos proyectados en las grandes pantallas (Oh, Megaman 6, fue un placer ver tantas imágenes tuyas en este concierto); Su música y las sensaciones que produce escuchar, tararear y hasta cantar melodías que nos pueden hacer vibrar en felicidad, recogimiento y, a veces, adrenalina (Todo el teatro coreando ¡Sephiroth! o cantando a coro Still Alive parece algo surrealista de pensar); el trabajo audiovisual y lo potente que es darse cuenta de cómo ha evolucionado la imagen y los conceptos de los juegos en una industria joven (Ver el paso del 2D al 3D en los juegos más antiguos, o expresiones audiovisuales tan impresionantes como Shadow of The Colossus es impagable); Los cosplays y cómo representan el cariño que puede tomarse hacia una franquicia o hacia un personaje en particular (La presentación de cosplays previa al espectáculo con la alegría del público al ver pasar a un simple cosplay como el de The Sims o el homenaje a esta forma de expresión en la presentación de Final Fantasy VII es prueba de esto); Su interactividad y cómo un público amante de videojuegos está siempre ansioso por participar de una experiencia, y forjársela uno mismo, porque eso es lo que hacemos, tomar un videojuego y sentirnos parte de su historia y elementos (Tommy Tallarico – Productor y Rockstar del concierto – es muy claro desde un comienzo en señalar que podemos gritar, aplaudir, cantar y hacer todo lo que queramos con tal de participar. “El hecho de que esté tocando una orquesta no es razón para que estén sentados escuchando en silencio”).
La estructura del evento era más o menos conocida por todos aquellos que ya habíamos visto algunas presentaciones en YouTube o en el Blu-Ray que ya está a la venta en Chile desde hace algunos meses, pero no dejaba de ser interesante cómo se estructuraría el evento aquí en Chile. Me sorprendí inmediatamente al ver a Castlevania al comienzo en vez de al final (Posición en la que se encuentra en el Blu-Ray a la venta). Mi apreciación es que la composición del show fue buena, un comienzo energético, lleno de juegos muy reconocidos por todo el público, condimentado con algunas sorpresas de vez en cuando, canciones más lentas intercaladas de otras más rápidas, la canción más pedida por el público cerca del término y un final verdaderamente acogedor con Portal. Un muy buen repertorio, una combinación de éxitos seguros y propuestas arriesgadas, todo con un muy buen ritmo, acompañado de algunos videos pequeños que servían para distenderse con un poco de humor. Después de casi 3 horas de espectáculo, ver todo un teatro de pie, aplaudiendo y pidiendo más es algo pocas veces visto.
Si me preguntan, y se que no lo harán, mis pasajes preferidos del show fueron por lejos la inclusión de Donkey Kong Country, en donde literalmente casi me caigo de espaldas de la emoción y el gran final con Chrono Cross/Chrono Trigger (música realmente para deleitarse) seguido de Portal, momento en el que no podía dejar de sonreír.
Nota aparte para los chilenos que participaron del espectáculo, tanto los miembros de la orquesta y del coro, como también la presentación del paisano Cristián Escobar (Psycho Crusher), quien fue presentado por el mismo Tommy Tallarico. Razones para sentirse orgullosos y dichosos sobraban, lo que realmente se vio reflejado durante el espectáculo, en donde se hacían sentir calurosos aplausos para todos ellos, junto con mucho respeto por su trabajo y un C-H-I a viva voz.
“este fue el evento de videojuegos del año”
Conversamos con Nemesis lo bien que se portó el público y lo sorprendidos que estábamos de la actitud en general. Mucho respeto por aquellos que estaban arriba del escenario, mucho ánimo y buena disposición de participar. Sin embargo, el concierto no estuvo exento de situaciones problemáticas que no pueden dejarse pasar. Amigos, comenzar a pifiar debido a que no se podían leer los subtítulos en los videos de Koji Kondo, Hideo Kojima y compañía no es una actitud apropiada para mi gusto y me pareció un desatino. Por otro lado, la chica que comenzó a gritar en medio del concierto en un comienzo fue muy divertido, pero luego se tornó molesto y muchas veces en un elemento de distracción y preocupación. Por suerte, situaciones como esta fueron escasas y no entorpecieron la sensación general del evento. Aparte de lo anterior, hubo una presentación en particular que claramente no estuvo lograda, y si asistieron al evento claramente deben tener claros que me refiero a Guitar Hero, que comenzó con un momento fail en donde debido a que la guitarra no estaba calibrada (Fue calibrada en el intermedio de 20 minutos, sin sonido, ¿Cómo pretendían hacer eso?) tuvimos que presenciar como el jugador perdía, seguido de un par de minutos viendo como se calibraba la guitarra para luego dar paso a un nuevo intento. Algunos se lo tomaron con humor, otros con más enojo, pero lo objetivo es que fue una presentación no lograda, debido a que estoy consciente de cómo la parte de Guitar Hero es de hecho uno de los momentos culmines en las presentaciones de Video Games Live.
En resumen, y para no seguir alargando tanto esta experiencia, el evento me pareció excelente, exactamente lo que debíamos esperar de él, cumpliendo con su propuesta que esperamos siga madurando y podamos ver año a año, tal como Tallarico manifestó durante el show. Para mí, y sin desmerecer a todos los fantásticos eventos que se hacen en Chile, este fue el evento de videojuegos del año, de donde se pueden sacar muchas ideas, ejemplos a seguir conceptualmente y variadas lecciones en cuanto a la organización de un evento en el que se quiera generar alta convocatoria.
Y luego de un largo viaje del Caupolicán a mi humilde morada, la acalorada conversación con el taxista seguía igual de entretenida e interesante que al comienzo. De hecho, ya frente a mi casa, nos quedamos un par de minutos más terminando la conversación.
– No todos los días se puede asistir a un espectáculo diferente, que muestra de manera tan inteligente otros medios fuera de la cultura pop – dije yo
– Exaaacto – me respondió el taxista.
Le pagué, estrechamos nuestras manos, y me manifestó su intención de asistir al concierto la próxima vez que supiera de él.
– Mucha gracias, y mucho gusto haber podido conversar con usted – agregó mientras cerraba la puerta del taxi.