Si tuviera que resumir mi experiencia en FestiGame 2012 en dos líneas, creo que la manera correcta de hacerlo sería “Mezcla de sentimientos”.
Por suerte, puedo escribir mucho más de dos líneas, por lo cual profundizaré en esa idea.
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Durante muchos años he tenido la alegría de asistir a una gran cantidad de eventos y lugares aquí en Chile, y el año pasado concretamente en Nueva York. Afortunado es lo menos que siento cuando pienso en todas esas experiencias. Lo cierto es que siempre me había preguntado por qué no se había organizado ningún evento dedicado a los videojuegos aquí en Chile, en lugar de que estuvieran en un segundo plano en los demás eventos existentes. Público había, de eso estaba seguro, por lo que la venta de las entradas no sería un problema mayor, e incluso pensé en yo mismo organizar un evento dedicado a los videojuegos, sin embargo, esa idea no era más que un sueño debido a mis posibilidades de lograrlo.
Cuando escuché de FestiGame por primera vez, la verdad es que me costó creerlo, el evento que siempre había deseado se iba a concretar, por lo cual lo primero que pensé es que debíamos intentar acreditarnos como prensa oficial, dada la inigualable oportunidad. Finalmente no nos acreditaron, pero tuvieron la gentileza de regalarnos entradas para asistir, lo que fortaleció mi idea de que estaban haciendo un evento que consideraría a los fanáticos del mundo de la tecnología y los videojuegos. Siempre estuve pendiente de todas las novedades para así tener una muy buena idea de todo lo que acontecería en el esperado fin de semana de agosto.
Hasta ahí todo bien, pero mi primera decepción fue al llegar el día viernes en que se abrirían las puertas, con abono en mano y cámara lista para registrar todo lo que aconteciera. Esa tarde, al salir del Metro, me encuentro con una cantidad de gente que jamás hubiera imaginado. ¿Qué hubiera mucha gente era algo malo? Para nada, pero me extrañaba que siendo viernes, el día más “VIP” en el sentido de que había menos entradas a la venta, estuviera tan lleno todo. Mi pensamiento no fue una exageración. Luego de que las puertas del centro cultural se abrieran 20 minutos más tarde de lo presupuestado (tiempo no menor, considerando que ese primer día el evento duraría 2 horas), entrar fue un caos, pues las filas dejaron de respetarse para dar paso a un amontonamiento de la gente que realmente era bastante peligroso, considerando que habían niños muy pequeños que no tenían como defenderse de todo lo que estaba ocurriendo. Obviamente no es culpa de la organización que estas cosas ocurran, pero no había ninguna medida de seguridad que lo evitara, ni nadie que supervisara la fila. Medidas tan simples como habilitar más de una entrada hubieran ayudado bastante. ¿El problema? Falta de experiencia
“No tengo claro si la Estación Mapocho se quedó chica para el evento, o si el evento lo hicieron muy grande para la Estación Mapocho”
Una vez adentro surgió mi primera impresión positiva/negativa: Un evento demasiado ambicioso. Todo adentro era gigante, denotaba organización y preocupación de que esto fuera algo grande. Detalles como bloquear la entrada de luz solar se agradecían bastante, así como también la presencia de Nintendo, Microsoft, Sony, Konami y EA, o la impecable división del lugar en zonas. Rápidamente todos los espacios se llenaron, surgiéndome la pregunta de si no había sido demasiado. Muchas cosas para ver y para hacer, pero poco espacio para disfrutarlo. Grandes filas para jugar… ¿Qué?, ¿En el E3 pasa lo mismo? No lo dudo, pero ahí se están probando juegos que no han salido en el mercado y que por primera vez están exhibiéndose al público. Esta afirmación se cumplió en FestiGame con la incorporación de PES 2013, FIFA 13 y Metal Gear Rising Revengeance, lo cual fue un acierto tremendo. No tengo claro si la Estación Mapocho se quedó chica para el evento, o si el evento lo hicieron muy grande para la Estación Mapocho, por lo cual me surgió mi primera duda: ¿Por qué no ampliaron el espacio hacia atrás como suele hacerse en la Feria del Libro? ¿Por qué no habilitaron el sector de abajo de la Estación Mapocho como en los otros eventos? Creo que alternativas habían, considerando la magnitud del evento que estaban organizando.
Por otro lado, entiendo que para que el evento tuviera una alta convocatoria era necesario hacerlo más mainstream, cosa que todos los que estamos involucrados en tema de los videojuegos sabemos que es necesario en mayor o menor medida para que los proyectos relacionados tengan éxito. Sin embargo, me parece que el enfoque en este punto fue exagerado. Por lo que pude apreciar al recoger opiniones de muchos lados (incluyendo en el evento mismo, preguntando a amistades, revisando comentarios en distintos sitios de internet y en twitter), los que quedaron más conformes con FestiGame fueron los que no gustan de los videojuegos en su diario vivir, porque tuvieron la oportunidad de compartir con su familia, probar juegos, comprar y pasar un buen rato que rompiera con la monotonía de un fin de semana normal. En cambio, aquellos jugadores que se consideran dedicados no tenían mucho que hacer, dado que muchos de los torneos y competencias no pudieron llevarse a cabo por la gran cantidad de gente, y la mayoría de los juegos presentes para probar ya los conocían e ir a hacer algo que uno puede hacer en su propia casa no tiene mucho sentido.
“Un evento de videojuegos no solo debiera consistir en ir a jugar videojuegos”
Y aquí entramos en otro punto importante: Un evento de videojuegos no solo debiera consistir en ir a jugar videojuegos. Si hay una gracia que tienen los videojuegos respecto a los demás medios es que lo tienen todo. Son como películas (tienen imagen, audio, guión, personajes, etc) más el elemento de interactividad que los desmarcan de todo lo demás. En un evento de videojuegos esto es algo que debiera ser celebrado. Presentaciones de bandas con música de videojuegos, galerías de arte de videojuegos, un concurso de cosplays que celebre a la gran cantidad de personajes en el mundo de los videojuegos, más shows en escenario. Las posibilidades son infinitas.
Yo lo pasé increíble, y no jugué ni un solo juego. Pero mi visión es muy diferente a la de prácticamente todos, porque aparte de disfrutar de la presencia de Sebastián Llapur y de Charles Martinet como el resto de los asistentes, quise involucrarme en lo que me pareció más genial desde mi punto de vista: Todo lo que sucedía en la Sala de Conferencias, y muy particularmente en La Mesa Redonda en donde prensa y público podía interactuar con cuatro personas vinculadas a los medios que son responsables de llevar la información de los videojuegos a la gente en radio, internet y diarios. La idea de las conferencias yo la aplaudo, aunque casi todas estuvieron un poco flojas, pero se agradecen esas instancias diferentes dentro de un evento. Se agradecen, pero no fueron suficientes.
Por eso es que tengo una mezcla de sabores en mi boca cuando pienso en FestiGame, porque fue un gran evento, pero que falla en varias de sus premisas básicas. Es la primera vez que se hace, por lo cual se entienden varias de sus carencias por la falta de experiencia, pero si era primera vez que se hacía, ¿Por qué hacerlo tan a lo grande? La ambición fue mucha. FestiGame lo tenía todo, y le faltaba mucho.
Si llegaste a leer hasta aquí el artículo, significa que esto te importa, por lo cual te cuento que lo importante no es criticar por criticar. Yo aquí he querido relatar un poco de mi experiencia y de algunas de las cosas que noté de FestiGame 2012 y que eran importantes para mí mencionarlas, pero todo de una forma constructiva. Si los videojuegos te importan, y te interesa que sea una industria que se siga desarrollando entonces haz tu aporte, dale tu apoyo al evento y hagamos todos juntos que esto se logre.
Me encantaría que alguien de la organización leyera estas palabras que he querido dedicar al evento. Les deseo todo el éxito en el 2013 y en los años siguientes. Han cumplido mi sueño de ver un evento de estas características aquí en Chile, algo que parecía impensado hace algunos años atrás. Me hubiera encantado ser parte de la creación de un evento así, pero ahora que ya existe, mi nueva aspiración es ayudar a que este evento crezca y que comience a tener un reconocimiento en la región. Quizás algún día pueda ayudar más de cerca a que así sea, o a lo mejor en algún futuro año nos consideren y nos acrediten como prensa oficial. Y sí, lo último fue un palo. Es que no, no podía terminar un artículo tan alegremente.